LA LEY EN GÁLATAS

Gálatas 3:24-25 ... 'De manera que la ley fue nuestro ayo para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo.'

¿De qué ley habla el apóstol Pablo en la cita de Gálatas más arriba? Algunos dicen que Pablo estaba hablando de la ley moral, para que puedan eliminar los diez mandamientos y ser excusados de seguir viviendo en pecado. Mientras que otros dicen que Pablo está hablando de las leyes ceremoniales, para que no parezca que Pablo estaba 'eliminando' los diez mandamientos. Es nuestra creencia que tanto la ley moral como la ceremonial son señaladas aquí como el 'ayo' (tutor). Pero la posición en la que muchos profesos cristianos toman hoy, al usar Gálatas 3 para eliminar los diez mandamientos es completamente errónea, peligrosa y no puede ser sostenida por las Escrituras.

Pregunta: ¿Es santa la ley moral de los diez mandamientos? Respuesta: Romanos 7:12 ...'De manera que la ley es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno'. - ¡SÍ!

Pregunta: ¿Somos santos en esta carne de pecado? Respuesta: Romanos 3:10 ...'Como está escrito, no hay justo, ni aun uno'. - ¡NO!

Ok, entonces tenemos una ley que es santa y un pueblo que es impío. ¿Ve un problema aquí? Debido a nuestra naturaleza pecaminosa heredada de Adán y Eva, tenemos una tendencia natural a pecar contra la santa ley de Dios, lo que nos hace impíos. Pero la pregunta es, ¿pueden los diez mandamientos hacer algo acerca de nuestra naturaleza pecaminosa? Note lo que Pablo dijo con respecto a la ley... "Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne" (Romanos 8:3). Pero yo pensaba que la ley era 'santa', ¿cómo puede ser 'débil' también? Bueno, veamos lo que dijo Pablo. La ley es "débil por la carne". En nuestra naturaleza pecaminosa y caída, la ley no tiene poder para transformarnos y hacernos justos. Esta es la 'debilidad' de la ley. Así que necesitamos algo más para alinearnos y restaurar esa confianza y relación rotas con Dios.

Romanos 8:3 ...'Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne.'

Así que la respuesta era que Dios enviara a su Hijo Jesús para 'condenar el pecado' en nuestra naturaleza caída. Pero, ¿qué necesitaba la gente antes de que viniera Jesús? Necesitaban un 'ayo' o tutor que los mantuviera en línea y los dirigiera hacia Dios. Como pueden recordar, la pareja santa en el Edén antes de la caída no necesitaba instrucciones escritas, ya que tenían una relación con el Creador y estaban en comunión con Él todos los días. Caminaban en el Espíritu y tenían el carácter de Dios. Pero cuando entró el pecado, esa conexión con Dios se rompió y desde entonces, el hombre cayó más y más lejos de Dios y de Su carácter santo. Así que Dios tuvo que introducir instrucciones escritas para mantener a la gente alineada y evitar que se alejaran demasiado, y ayudarles a comprender el plan de salvación.

"La ley fue nuestro ayo para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.' En esta escritura, el Espíritu Santo a través del apóstol está hablando especialmente de la ley moral. La ley nos revela el pecado, y nos hace sentir nuestra necesidad de Cristo, y correr hacia él en busca de perdón y paz, ejercitando el arrepentimiento hacia Dios y la fe en nuestro Señor Jesucristo." (1888 Materials, p.1575)

"Cuando el pecador se mira en el gran espejo moral, él ve sus defectos de carácter. Se ve a sí mismo tal como es, manchado, contaminado y condenado. Pero sabe que la ley no puede de ninguna manera quitar la culpa o perdonar al transgresor. Debe ir más allá. La ley no es más que el tutor para llevarlo a Cristo." (E.White, Review and Herald, 5 de abril de 1898, p.213)

Así que aunque la ley moral escrita contenida en los diez mandamientos es santa y buena, no tiene ningún poder en sí misma para cambiar esta naturaleza caída y pecaminosa que todos tenemos. Es por eso que Pablo la llamo "ayo" o tutor hasta que Cristo viniera. ¿Qué hace un tutor? Enseña a la gente. De la misma manera, los diez mandamientos nos enseñan el pecado que hay en nosotros.

Romanos 3:20 ...'Así que por las obras de la ley ninguna carne será justificada delante de él; porque por la ley es el conocimiento del pecado.'

Romanos 7:9-13 ...'Porque sin la ley viví una vez; pero cuando vino el mandamiento, revivió el pecado, y yo morí. Y el mandamiento, que estaba ordenado para vida, hallé que era para muerte. Porque el pecado, tomando ocasión del mandamiento, me engañó, y por él me mató. Por tanto, la ley es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno. ¿Entonces lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? ¡En ninguna manera! Pero el pecado, para mostrarse pecado, obró muerte en mí por lo que es bueno, a fin de que por el mandamiento, el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso.'

¿Ve lo que Pablo está diciendo aquí? Está diciendo que el "ayo"/tutor [la ley moral] nos enseña el pecado. Pero, ¿qué nos trae eso? ¡LA MUERTE! Y cuando una naturaleza pecaminosa como la nuestra ve el mandamiento santo, se levanta aún más contra ese mandamiento santo, porque la naturaleza pecaminosa se opone a lo que es santo. Y el resultado es la muerte. Pero, ¿puede la propia ley moral hacer algo contra el pecado en nosotros y la muerte resultante? No, ¡nada! Por eso la ley escrita sólo puede ser un "tutor" para enseñarnos nuestro pecado. Entonces nos damos cuenta de que necesitamos al Salvador para que nos ayude con esta condición.

Romanos 7:24 ... "¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?'

Y aquí es donde la ley moral escrita nos lleva, y no puede ir más allá. Nos lleva a darnos cuenta de que somos pecadores, desdichados, encaminados a la muerte y necesitados de algo más que nos libre de este cuerpo de muerte. Y la respuesta es Jesucristo. Mientras que la ley nos trae condenación, Jesús nos trae gracia y vida. Y ese es el propósito de la ley moral escrita [el tutor], llevarnos a Jesucristo.

Pero, ¿significa eso que los diez mandamientos han desaparecido y que ya no es necesario cumplirlos? "¡Dios no lo quiera!"

Muchas personas en la cristiandad usan versículos como este en Gálatas para decir que los diez mandamientos han sido abolidos y que no necesitamos guardarlos más, lo cual excusa su rechazo del 4to mandamiento concerniente al Sábado del 7mo día. Pero esto es una completa y absoluta falsedad que llevará a muchos en las iglesias a ser excluidos del cielo. Cuando miramos la ley, vemos nuestra pecaminosidad, la cual nos lleva a Cristo para salvación. ENTONCES, cuando venimos a Cristo, Él nos da Su Espíritu, HABILITÁNDONOS para entonces guardar la ley moral y no pecar. ¿Ve la diferencia? En vez de mirar a la ley y tratar de guardar la ley nosotros mismos para ser salvos, usamos la ley simplemente para señalar nuestro pecado, lo cual nos lleva a Cristo y entonces a través de la fe y rindiendo nuestras vidas a Cristo, un nuevo poder toma control de nuestras vidas, un poder que no está disponible en la ley. Ese poder es el Espíritu de Cristo que nos HABILITA para guardar la ley.

Todo el problema con los judíos era que miraban a la ley para la salvación, en vez de mirar a Dios. Mira lo que Pablo dijo ... "Pero Israel, que seguía la ley de la justicia, no ha alcanzado la ley de la justicia. ¿Por qué? Porque no la buscaban por la fe, sino como por las obras de la ley. Porque tropezaron en aquella piedra de tropiezo... Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se sometieron a la justicia de Dios." (Romanos 9:31 - 10:3)

Los judios pensaban que podian salvarse a traves de su propio cumplimiento de la ley, en lugar de a traves de la fe. Esto es lo que Pablo les estaba mostrando. Hicieron de la ley su salvador, cuando la realidad era que la ley seguía matándolos debido a su pecado, ya que la ley moral en sí misma no puede salvar a nadie. Por eso Pablo en tantos textos tuvo que reafirmar que 'ya no estamos bajo la ley'. En otras palabras, ya no estamos bajo la condenación o el ayo (tutor), ya que ahora somos guiados por el Espíritu de Cristo.

Pero, ¿para qué sirve ser guiado por el Espíritu? ... Romanos 8:4 ...'Para que la justicia de la ley se cumpla en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu'. ... Nos hace guardar la ley, para que la justicia de la ley se cumpla en nosotros. Recuerde que aprendimos anteriormente que la ley es 'santa y buena', pero que nosotros no lo somos. Entonces aquellos que son guiados por el Espiritu Santo de Cristo guardaran la santa ley. Así es como funciona la salvación. En Cristo, somos restaurados a una relación correcta con Dios y ¿cómo será una relación correcta con Dios?

Romanos 6:16 ...'¿No sabéis que a quien os prestáis vosotros mismos por siervos para obedecerle, sois siervos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, sea de la obediencia para justicia?'

Romanos 3:31...'¿Entonces invalidamos la ley por la fe? ¡En ninguna manera! Antes bien, confirmamos la ley.'

Así que esto es lo que debería pasar con cualquier verdadero cristiano. Miramos la ley y vemos nuestro pecado. Entonces nos volvemos a Dios arrepentidos para la salvación mediante la fe en el Hijo de Dios, Jesús. Luego nos rendimos a Jesús y permitimos que Su Espíritu obre en nosotros, cambiándonos y capacitándonos para guardar la ley moral, y nos hacemos 'obedientes a la justicia'. La ley moral es entonces 'establecida' y mostrada como 'buena y santa' por medio de la obediencia de los santos guiada por el Espíritu. Y el carácter santo de Dios, que la ley moral refleja, se ve en Su pueblo.

¿Dijeron alguna vez los apóstoles que había que crucificar la ley moral? ¡No! Lo que hay que crucificar es nuestra vida pecaminosa, el 'viejo hombre'. Si la ley moral pudiera ser simplemente eliminada, entonces el Hijo de Dios nunca tendría que haber muerto por nosotros, porque Dios simplemente podría haber eliminado la ley. Pero el hecho de que Jesús tuvo que vivir una vida perfecta en esta carne caída y morir por nosotros, muestra que la ley moral de Dios es una ley eterna que nunca será abolida. Pero Pablo simplemente confirma que no podemos ser salvados POR la ley, ya que la ley trae muerte al hombre pecador, solo podemos ser salvados por la fe en Cristo, que trae vida.

Con Cristo morando en nuestros corazones por fe, Él elimina nuestras tendencias pecaminosas, y la naturaleza pecaminosa del primer Adán muere, mientras que la naturaleza espiritual del 'último Adán' se apodera de nosotros, y nos hace caminar en los mandamientos de Dios. Y así 'establecemos la ley' a través de la fe.

Romanos 7:14 ...'Porque sabemos que la ley es espiritual; pero yo soy carnal, vendido al pecado.'

Este es el problema, como dijimos antes. La ley es santa y buena y 'espiritual', pero nosotros somos 'carnales', tenemos una naturaleza pecaminosa heredada. Así que necesitamos algo que nos ponga de nuevo en línea con el carácter amoroso de Dios. La ley escrita no podía hacerlo por sí misma. Por eso necesitábamos que el Hijo de Dios nos hiciera espirituales de nuevo a través de Su propia vida, lo que nos pondría de nuevo en línea con la santa, buena y espiritual ley de Dios, es decir, su carácter, su amor.

Gálatas 2:19-20 ...'Porque yo por la ley soy muerto a la ley, a fin de que viva para Dios. Con Cristo estoy juntamente crucificado; mas vivo, ya no yo, sino que Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.'

¿Lo ve? Pablo no crucificó la ley, se CRUCIFICÓ A SI MISMO - ¡el viejo hombre! Y sin embargo muchos cristianos profesos crucifican la ley de Dios para excusar su vida continua de pecado. Sólo porque ya no estamos bajo la guía de la ley escrita, ni bajo la maldición de la ley, a través de la fe, no significa que la ley moral está ahora abolida. Muchos profesos cristianos se dirigen por el 'camino ancho' a la destrucción con sus puntos de vista equivocados de la santa ley de Dios y sus interpretaciones distorsionadas de los escritos de Pablo.

Resumen

¿Cuál es la ley de la que habla Pablo, bajo la cual 'ya no estamos', y que era nuestro 'ayo' o tutor? Era toda la ley, incluyendo la ley moral, que se encuentra en los diez mandamientos. La ley moral escrita señala el pecado. Esto produce la muerte en nosotros, y como la ley escrita no puede hacer nada con respecto a nuestro pecado, entonces nos dirige al Salvador, quien tiene el remedio para el pecado. Luego, al volvernos arrepentidos al Redentor, Él nos da Su Espíritu, que quita nuestras tendencias pecaminosas y por la fe, a través de la vida de Cristo en nosotros, guardamos los diez mandamientos. Los fariseos no entendieron esto, y muchos profesos cristianos de hoy todavía no lo entienden, ya que, o siguen mirando a la ley para la salvación, o crucifican la ley y siguen viviendo en pecado. Ninguna de esas opciones son de fe.

Todos los escritos de Pablo trataban de dirigir al creyente hacia Jesucristo. De hecho, toda la Palabra de Dios trata de dirigir a la gente a Jesucristo. Jesús ES la 'Palabra'. Jesús ES el 'camino' y Jesús ES la 'vida'! No podemos llegar al Padre por medio de los diez mandamientos, sólo podemos llegar al Padre a través de Su Hijo Jesucristo. Y aquellos que viven en Cristo serán 'hechos justos'. ¡Con la 'justicia de la ley' siendo cumplida en ellos por la fe! Y este mensaje fue dado en 1888 por Jones y Waggoner.

"El Señor, en su gran misericordia, envió un mensaje preciosísimo a su pueblo por medio de los ancianos Waggoner y Jones. Este mensaje tenía que presentar en forma más destacada ante el mundo al sublime Salvador, el sacrificio por los pecados del mundo entero. Presentaba la justificación por la fe en el Garante; invitaba a la gente a recibir la justicia de Cristo, que se manifiesta en la obediencia a todos los mandamientos de Dios. Muchos habían perdido de vista a Jesús. Necesitaban dirigir sus ojos a Su divina persona, a Sus méritos, a Su amor inalterable por la familia humana. Todo el poder es colocado en Sus manos, y Él puede dispensar ricos dones a los hombres, impartiendo el inapreciable don de Su propia justicia al desvalido agente humano. Este es el mensaje que Dios ordenó que fuera dado al mundo. Es el mensaje del tercer ángel, que ha de ser proclamado en alta voz y acompañado por el abundante derramamiento de su Espíritu."(E.White, 1888 Materials, p.1336)

Nunca ha sido un mensaje de que la gente reciba la justicia a través del cumplimiento de la ley, lo que los fariseos creían erróneamente. Siempre ha sido un mensaje de que la gente recibe la justicia a través de la fe en Cristo, que luego trae la obediencia a los mandamientos de Dios a través de la fe y la vida y el Espíritu de Cristo en nosotros. MIRA A JESUS, NO A LA LEY, Y A TRAVES DE LA FE EL TE CAMBIARA Y TE IMPARTIRA SU CARACTER JUSTO.

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