EL ROL DE LA LEY DE DIOS EN LA JUSTIFICACIÓN POR LA FE

Por A.T.Jones, (1893)

Por favor lea toda la página para obtener la comprensión completa de este importante mensaje, ya que la última sección de esta página da la respuesta en cuanto al rol de la ley de Dios, los diez mandamientos, en la justificación por la fe y el mensaje del tercer ángel.

El siguiente es un sermón presentado por A.T.Jones, basado en el mensaje del tercer ángel, y trata sobre qué lugar tiene la ley de Dios, los diez mandamientos, en la justificación por la fe y el mensaje del tercer ángel. Este sermón fue registrado en el Boletín de la Asociación General de 1893, una copia del cual se puede obtener en nuestra página de 'libros' aquí: Boletín de la Asociación General de 1893. Documento original AQUÍ

"Comencemos con el quinto capítulo de Romanos, versículo veinte. El punto real, o podríamos decir, uno de los puntos principales del estudio de esta noche es ver qué lugar ocupa la ley de Dios en el tema de la justificación por la fe."

"Pero la ley entró para que el pecado abundase." En otras palabras, Romanos 3:20, las últimas palabras... "por la ley es el conocimiento del pecado." ¿Para qué fue dada la ley en tablas de piedra--el primer propósito en ser dada? [Congregación: "Para mostrarnos lo que es el pecado."] Para hacer que el pecado abundara; para dar el conocimiento del pecado. Entonces, "la ley entró para que el pecado abundase"; para que el pecado pueda aparecer; para que pueda aparecer tal como es. Pablo, hablando en el séptimo capítulo de Romanos, dice cómo le pareció a él, en los versículos número 12 y 13:"

"De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento es santo, y justo, y bueno. ¿Entonces lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? Dios no lo permita. Pero el pecado, para mostrarse pecado, obró muerte en mí por lo que es bueno, a fin de que por el mandamiento, el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso." Entonces, para hacer abundar el pecado y hacerlo parecer tal como es, sumamente pecaminoso, ese es el primer objetivo de la entrega de la ley, ¿no es así?"

NOTA del sitio web: ¿Ha visto que no son los diez mandamientos los que nos producen la muerte, sino el PECADO que la ley expone en nosotros es el que produce la muerte en nosotros? La ley es esa cosa 'buena' y 'justa' que nos MUESTRA el pecado y es ese pecado el que produce la muerte.

"Ahora sigamos leyendo en Romanos 5: "Y la ley entró para que el pecado abundase; pero cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia." Entonces, ¿la ley vino sola, haciendo que el pecado apareciera solo, y solo eso? [Congregación: "No."] Es simplemente el medio para otro fin, el medio para un fin por el cual alcanzar otro objetivo más allá del conocimiento del pecado. ¿Es así? [Congregación: "Sí."] Entonces, cuando abunda el pecado, ¿dónde es que abunda la gracia? [Congregación: "En el mismo lugar."] ¿Justo ahí? [Congregación: "Sí."] Pero, ¿se lee de esa manera: "cuando el pecado abundó, abundó la gracia"? [Congregación: "No. 'Sobreabundó'."] Eso sería bastante bueno, ¿no es así?, si fuera que solo donde abunda el pecado, allí abunda la gracia. Eso sería bastante bueno, pero esa no es la forma en que el Señor hace las cosas, ya sabes. Él hace las cosas demasiado bien, completamente bien, tan bien como lo puede hacer Dios."

"Pues bien, "cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia." [Congregación: "Amén."] Entonces, hermanos, cuando el Señor, por Su ley, nos ha dado el conocimiento del pecado, justo en ese mismo momento, en ese mismo punto, la gracia es mucho más abundante que el conocimiento del pecado. ¿Es así? [Congregación: "Sí."]."

"Ahora otra palabra: "Por la ley es el conocimiento del pecado"; y hemos encontrado esto: que cuando la ley da el conocimiento del pecado, en ese momento particular, en ese mismo lugar y en ese mismo punto, en ese mismo asunto, la gracia de Dios es mucho más abundante que el conocimiento del pecado. Pero cuando la ley da el conocimiento del pecado, ¿qué pone la convicción allí? [Congregación: "El Espíritu de Dios."] Sin embargo, antes de leer el pasaje que lo dice, veamos lo que hemos de obtener hasta ahora, de lo que hemos leído: ¿qué vamos a obtener usted y yo de aquí en adelante del conocimiento del pecado? [Congregación: "Abundancia de gracia."]"

"Entonces ya no hay lugar posible para el desaliento al ver los pecados, ¿cierto? [Congregación: "No."] No hay posibilidad de eso. Es imposible, como ve, que usted o yo nos desanimemos o quedemos bajo una nube ante el conocimiento del pecado. Porque, no importa cuán grande sea el conocimiento, no hay diferencia cuántos pecados nos son revelados y traídos a nuestro conocimiento, por qué, allí mismo, en ese mismo momento, en esas precisas cuestiones, y en ese mismo momento de nuestra experiencia, la gracia de Dios abunda mucho más que todo el conocimiento de los pecados. Bueno, entonces, repito, ¿cómo es posible que alguna vez nos desanimemos? Hermanos, ¿no es cierto que el Señor quiere que estemos de buen ánimo? [Congregación: "¡Amén!"] Tengan buen ánimo."

"Bueno, ahora, este versículo que tenemos ante nosotros trae lo mismo a la vista. Juan 16:7,8: "Pero yo os digo la verdad." ¿Qué nos está diciendo Él? [Congregación: "La verdad."] ¡Bien! Y Él también nos dijo: "Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres." .. "Os es necesario que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros." ¿Quién no vendrá? [Congregación: "El Consolador."] ¿El Consolador? ¿Es ese Su nombre? ¿Es eso lo que Él es, el Consolador? [Congregación: "Sí."]"

"Mas si me fuere, os lo enviaré. Y cuando Él venga," ¿Quién ha venido? [Congregación: "el Consolador."] ¿Quién? [Congregación: "El Consolador."] "Y cuando Él venga, redargüirá [o convencerá] al mundo de pecado." ¿Quién es el que lo hace? [Congregación: "El Consolador."] ¿Es el Consolador el que convence de pecado? [Congregación: "Sí."] ¿Es Él el Consolador cuando lo hace? [Congregación: "Sí."] Ahora, cada uno quiere apoderarse de eso. ¿No es Él el que reprende cuando lo hace y el Consolador en otro momento? [Congregación: "No."] Es el Consolador quien reprende, ¡gracias al Señor! El Consolador reprende, ¡gracias al Señor! Entonces, ¿qué vamos a obtener nosotros de la reprensión del pecado? [Congregación: "Consuelo."] ¿El consuelo de quién? [Congregación: "El consuelo del Señor."] El consuelo que obtenemos, consuela justo en el momento en que se necesita. Entonces, ¿dónde cabe que nos desanimemos más ante el conocimiento del pecado? ¿No es ese el mismo pensamiento que hemos leído en el quinto capítulo de Romanos?"

NOTA del sitio web: Note que 'el Señor' [Jesucristo] es ese Consolador. Él es 'ese Espíritu' como Pablo lo confirmó en 2 Corintios 3:17 y como Jesús se confirmó a sí mismo en Juan 14:18 ... 'No os dejaré huérfanos, 'VENDRÉ A VOSOTROS'- Por favor, vea nuestra página QUIÉN ES EL ESPÍRITU SANTO para más información.

"¿No ve, entonces, que cuando tenemos en cuenta justo en el momento y en el lugar que cuando abunda el pecado sobreabunda la gracia, y justo en el momento en que el Espíritu Santo está convenciendo de pecado, Él es el Consolador que lo hace? ¿No ve que en todo eso, recordando todo eso, tenemos una victoria eterna sobre Satanás? ¿Obtiene Satanás la ventaja de ese hombre que cree en Dios en ese momento? No. Satanás viene y dice: 'Vea lo pecador que es usted'. Gracias al Señor: "Cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia." [Congregación: "¡Amén!"] "Bueno", dice otro, "tengo una convicción tan profunda de pecado. Me parece que nunca antes me habían convencido de pecado tan profundamente en toda mi vida." Gracias al Señor, tenemos más consuelo que nunca en nuestras vidas. ¿No ven, hermanos, que eso es así? [Congregación: "Así es."] Bueno, entonces, demos gracias al Señor por eso. [Congregación: "¡Amén!"] Me gustaría saber por qué no debemos alabar al Señor desde el principio."

"Ahora veamos toda la historia. "La ley entró para que el pecado abundase", a fin de que pudiéramos encontrar la gracia más abundante abundando allí mismo en todos esos lugares, y la gracia abunda "por medio de la justicia para vida eterna por Jesucristo Señor nuestro." Entonces, ¿para qué entró la ley? [Voz: "Para llevarnos al Señor."] ¿Para qué entró la ley? [Voz: "Para llevarnos a Cristo."] Sí. ¿No lo ves? Entonces cada vez que alguien en este mundo usa los diez mandamientos--cuando cualquier pecador en este mundo utiliza los diez mandamientos para cualquier otro propósito que no sea para llegar a Jesucristo, qué clase de propósito les está poniendo Él? [Congregación: "Un propósito equivocado."] Él está pervirtiendo la intención de Dios al dar la ley, ¿no es así? [Congregación: "Un propósito equivocado."] Él está pervirtiendo la intención de Dios al dar la ley, ¿no es así? [Congregación: "Sí, señor."] Usar la ley de Dios con los hombres para cualquier otro propósito, por lo tanto, que no sea para que puedan llegar a Cristo Jesús, es usar la ley de una manera que Dios nunca quiso que fuera usada."

"Bueno, entonces la ley nos lleva a Cristo. Eso es cierto. ¿Para qué? [Congregación: "Para que seamos justificados."] ¿Qué quiere la ley de usted y de mí? ¿Nos exige algo antes de llegar a Jesucristo? Cuando la ley nos encuentra, ¿quiere algo de nosotros? [Congregación: "Quiere justicia."] ¿De qué tipo? [Congregación: "Justicia perfecta."] ¿De quién? [Congregación: "De Dios."] ¿La justicia de Dios? [Congregación: "Sí."] ¿Sólo esa justicia que Dios manifiesta en Su propia vida, a Su propia manera de hacer las cosas? [Congregación: "Sí."] ¿Se contentará esa ley con algo menos que eso de usted y de mí? ¿Aceptará algo menos que eso, un pelo menos? [Congregación: "No."] Si pudiéramos acercarnos tan cerca como a menos del espesor de un cabello... no llegaríamos a la medida; nos perderíamos."

"Volvamos a Timoteo, y Pablo nos dice lo que la ley quiere de usted y de mí y lo que quiere también en nosotros. 1 Timoteo 1:5: "Ahora bien, el fin [el objetivo, la finalidad, la intención, el propósito] del mandamiento es el amor." ¿Qué es el amor o la caridad? (en algunas traducciones bíblicas dice caridad) [Congregación: "Amor."] ¿Qué tipo de amor? [Congregación: "El amor de Dios."] "De un corazón puro." ¿Qué clase de corazón? [Congregación: "Un corazón puro."] "y de buena conciencia" ¿Qué clase de conciencia? [Congregación: " Buena."] "Y de fe no fingida." Eso es lo que la ley quiere encontrar en usted y en mí, ¿cierto? ¿Nos aceptará con algo menos de lo que exige: amor perfecto, manifestado "de un corazón puro, y de buena conciencia y fe no fingida"? No, nunca. Bueno, es simplemente perfección lo que se exige."

"Bien, ahora, ¿tenemos nosotros... tiene algún hombre en el mundo... algo de esa clase de amor que ofrecer a la ley de Dios? [Congregación: "No."] ¿Tiene algún hombre naturalmente ese tipo de conciencia? [Congregación: "No."] No, señor. Bueno, entonces, la ley hace esa exigencia de cada hombre en la tierra esta noche, no importa quién sea. Lo exige de usted y de mí; lo exige de los pueblos de África y de todos los pueblos de la tierra, y no aceptará nada menos que eso de ninguno de ellos. Pero, estamos hablando de nosotros esta noche. Entonces, la ley viene a usted y a mí esta noche y dice: "Quiero caridad; quiero amor perfecto--el amor de Dios. Quiero verlo en su vida todo el tiempo. Y quiero verlo manifestado de un corazón puro y mediante una buena conciencia y de una fe no fingida." Ahí es donde nos encontramos."

"Bueno", dice uno, "yo no lo tengo. He hecho lo mejor que he podido." Pero la ley dirá: "eso no es lo que quiero. No quiero lo mejor de usted. Quiero perfección. No es su obra la que quiero, sino la de Dios. No es su justicia la que busco; quiero la justicia de Dios de usted. No es su obra lo que quiero. Quiero la obra de Dios en su vida." Eso es lo que la ley dice a todo hombre. Entonces, cuando se me cierra la puerta a la primera pregunta, e incluso cuando he dicho que lo he hecho lo mejor que he podido, ya no tengo nada más que decir. ¿No es eso lo que dice la Escritura: "Para que toda boca se cierre." Hace exactamente eso, ¿no es así?"

"Pero llega una vocecita apacible que dice: "He aquí una vida perfecta; he aquí la vida de Dios. He aquí un corazón puro; he aquí una buena conciencia. He aquí la fe no fingida." ¿De dónde proviene esa voz? [Congregación: "Cristo."] Ah, el Señor Jesucristo, que vino y estuvo donde yo estoy, en la carne en la que vivo. Vivió allí. Allí se manifestó el amor perfecto de Dios. la perfecta pureza de corazón fue manifestada allí. Una buena conciencia se manifestó allí, y la fe no fingida de la mente que estaba en Jesucristo está allí."

"Bueno, entonces, Él simplemente viene y me dice: "Ven, toma esto." Eso será suficiente, entonces, ¿no? [Congregación: "Sí."] La vida manifestada en Jesucristo, ésa va a satisfacer la ley. La pureza de corazón que Jesucristo da--eso va a satisfacer a la ley. La buena conciencia que Él puede crear, eso dará satisfacción a la ley. La fe no fingida que Él da... eso dará satisfacción a la ley. ¿Será así? [Congregación: "Sí."]"

"Bueno, entonces, ¿no es eso lo que la ley quiere todo el tiempo? Es a Jesucristo a quien quiere la ley, ¿no es así? [Congregación: "Sí."] Eso es lo que quiere la ley: eso es lo mismo que pide en el capítulo quinto de Romanos, ¿no? Pero, ¿por qué lo pide en relación conmigo? Llama a Cristo en mí, porque la ley quiere ver eso en mí. Entonces, ¿no es el objetivo de la ley de Dios, el evangelio de Cristo solo? "Cristo en vosotros la esperanza de gloria?" Ah, así es."

"Romanos 5:1, 5. "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz con Dios a través de nuestro Señor Jesucristo, y el amor de Dios es derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos es dado." Y eso es caridad. Amor supremo. Hechos 15:8,9, "Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo también como a nosotros; y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones." Ahí está el amor de Dios que brota de un corazón puro."

"Hebreos 9:14: "¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestra conciencia de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?" Hay una conciencia limpia, hermanos, y hay el amor de Dios que sale de una buena conciencia."

"Entonces esa fe que Él da, que Él nos capacita para tener--la fe de Jesús que nos capacita para guardar los mandamientos de Dios--ahí está el amor de Dios con una fe no fingida."

"Oh, pues el mensaje de la justicia de Dios que es por la fe en Jesucristo, nos lleva a ... el perfecto cumplimiento de la ley de Dios, ¿no es así? [Congregación: "Sí."] Entonces ese es el objetivo y el fin y el único punto del mensaje del tercer ángel, ¿no es así? [Congregación: "Sí."] Ese es Cristo. Cristo en Su justicia. Cristo en Su pureza. Cristo en Su amor. Cristo en Su gentileza. Cristo en todo Su ser. Cristo y Él crucificado. Esa es la palabra, hermanos. Alegrémonos de ello; alegrémonos de ello. [Congregación: "Amén."]"

Así pues, cuando tenemos a Jesús, cuando le hemos recibido por la fe y la ley está ante nosotros o nosotros estamos ante ella y nos hace su maravillosa exigencia de amor, podemos decir: "Aquí está. Está en Cristo y Él es mío! "Una buena conciencia de un corazón puro--"Aquí está en Cristo, y Él me la ha dado." La sangre de Cristo la ha creado en mí. Aquí está. "Fe no fingida", la fe en Jesús. Él me la ha dado. Aquí está. Entonces, tal como nos dice el libro El camino a Cristo, podemos venir a Jesús ahora y ser limpiados y presentarnos ante la ley sin una pizca de vergüenza o remordimiento. Bien. Hermanos, cuando tengo lo que me hace estar en perfecto acuerdo con la ley de Dios, entonces estoy satisfecho, y no puedo sino alegrarme de estar satisfecho".

"Así que ahora "la justicia de Dios sin la ley se ha manifestado ... la justicia de Dios que es por la fe de Jesucristo, para todos los que creen." ¿Qué significa la palabra "creer" cuando Dios la pronuncia? [Congregación: "Fe".] ¿Y qué es la fe genuina? Sumisión de la voluntad a Él, entrega del corazón a Él, fijación de los afectos en Él. Eso es lo que Él quiere decir aquí a aquellos que lo recibirán, porque creer es recibir cuando Dios habla. Lo dice en el primer capítulo de Juan, en el versículo 12. "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios." "La justicia de Dios es por la fe de Jesucristo, para todos y sobre todos los que creen; porque no hay diferencia." ¿Entonces todos podemos tenerla aquí esta noche? ¿Puede tenerla? Téngala, porque lo creemos."

"Bueno, ese es el objetivo de la ley, ¿cierto? ¿Llevarnos a Jesucristo para que seamos justificados por la fe, hechos justos por la fe, para que su justicia -la justicia de Dios en Cristo- sea nuestra? Así es. Bueno, cuando eso es cierto, cuando hemos llegado allí, entonces ¿de qué sirve la ley? Entonces, ¿para qué sirve la ley? [Congregación: "Testifica."] Exactamente. Leamos ahora la parte del versículo veintiuno que no leí: "Pero ahora la justicia de Dios sin la ley es manifestada, siendo testificada por la ley." Esto es todo lo que tenemos que leer por ahora. Lo otro pertenece allí, sin embargo. Entonces, cuando la ley da un conocimiento del pecado, a fin de que podamos tener el conocimiento de la abundancia de la gracia para quitar el pecado, entonces la gracia reina por medio de la justicia para vida eterna por Jesucristo--y esta justicia de Dios por la fe en Cristo es nuestra por obra de la ley, y este conocimiento del pecado nos ha traído a Cristo, y lo tenemos a Él, y la ley está satisfecha en todas sus exigencias que nos ha hecho."

"Ahora bien, cuando esté satisfecha en todas sus exigencias que nos ha hecho, entonces se aferrará a eso y seguirá diciendo que está satisfecha. ¿Que eso está bien? Cuando la ley ha hecho demandas sobre nosotros que no podemos satisfacer por ningún otro medio posible excepto por Jesucristo estando presente en nosotros mismos, entonces, ¿la ley de Dios, mientras permanezcamos allí, se parará allí mismo y dirá, "Eso es correcto, y estoy satisfecha con ello"? [Congregación: "Sí."] Entonces si alguien empieza a cuestionarla y dice: "No es así," entonces tenemos testigos para probarlo, ¿cierto?"

"Ahora mire esto: que es necesario por varias razones que debemos tener testigos. Una en nuestra propia conexión y en nuestra propia experiencia personal es ésta: Cuando Dios habla y nosotros lo creemos, entonces sabemos, cada uno por sí mismo que la justicia de Dios es nuestra, que tenemos derecho a ella, que nos pertenece y que podemos descansar en perfecta paz sobre ella. Pero hay otras personas que necesitan saber esto también. ¿Pueden saberlo diciéndolo yo? [Congregación: "No."] ¿Pueden saberlo por el hecho de que yo diga que estoy de acuerdo con esto y que digo que es así y por lo tanto es así? ¿Les convencerá esto? ¿Es suficiente prueba para ellos? [Congregación: "No."] Necesitan algo mejor aún que mi palabra. ¿No ve que el Señor ha hecho satisfecha esa misma exigencia y nos ha dado testigos a los que se pueden apelar y se puede ir y preguntar a estos testigos cuando les plazca si esto que tenemos es genuino o no? ¿Es así? [Congregación: "Sí."]"

"No es necesario que vengan a preguntarnos; y si nos preguntan, por supuesto que podemos decirles lo que el Señor nos ha dicho que digamos y, si eso no es suficiente, pueden ir a preguntar a esos testigos. Podemos decir: Hay algunos amigos míos. Ellos me conocen desde mi nacimiento hasta ahora. Ellos me conocen mejor que yo mismo y si quiere algo más de esto que le digo, vaya y pregúnteles. Ellos se lo dirán. ¿Cuántos son? [Congregación: "Diez."] ¿Su palabra vale algo? ¿Dicen la verdad? Ah, son la verdad en sí misma. Ellos son la verdad. Salmos 119:142. Pues entonces es imposible que testifiquen de otra manera que no sea esa. Cuando dicen que esa exigencia está satisfecha, "Esta vida me complace", eso es suficiente para cualquiera en el universo, ¿no es así? [Congregación: "Sí."]"

"Entonces, el hombre que dice creer en Jesús y reclama la justicia de Dios que viene al creyente en Jesús, ¿es suficiente su reclamo para este mundo? [Congregación: "No."] ¿O es suficiente nuestra palabra al respecto? [Congregación: "No."] Bueno, ellos dirán y hay muchos de ellos que lo dirán: "Pues sí, creemos en el Salvador. Tengo derecho a reclamar, también, la justicia que Él tiene, la perfecta santidad y perfecta santificación y que no he pecado en diez años y estoy por encima de toda tentación, incluso, y lo sé." Bueno, ¿cómo lo sabe? "Pues yo lo siento en mi corazón. Lo siento en el corazón y lo he sentido durante varios años." Bueno, eso no es evidencia en absoluto, porque "el corazón es engañoso sobre todas las cosas y desesperadamente perverso." ¿Es engañoso sobre cuántas cosas? [Congregación: "Todas las cosas."] ¿Todas las cosas? [Congregación: "Sí."] ... El corazón me engañará más rápido y más a menudo que Satanás."

"Entonces, cuando esa persona siente en su corazón, ¿es una buena prueba? Cuando mi corazón dice que soy bueno, ¿qué está haciendo? [Congregación: "Está engañando."] Salomón dijo: "El que confía en su propio corazón es un necio." Y no sólo es un necio, sino que está engañado en este asunto, ¿no es así? [Congregación: "Sí."] Ya es bastante malo que engañen a un sabio, pero cuando engañan a un necio, ¿a qué ¿a qué viene todo esto? Por lo tanto, no podemos permitirnos confiar en cosas como esa en una pregunta tan importante como ésta. No, señor. Necesitamos mejor evidencia que el corazón de un hombre de que tiene la justicia de Dios y que está bien y es apto para el juicio y que no ha pecado durante diez años, que es santo y santificado y por encima de la tentación, etc., etc. Necesitamos algo mejor que eso, y el hecho es que Jesús estuvo aquí en este mundo un buen tiempo, y Él nunca estuvo por encima de las tentaciones mientras estuvo aquí. Los cristianos tampoco lo son mientras vivan."

"Bueno, entonces esa prueba no es suficiente. Queremos algo más que eso. Y si esa persona que afirma tener la justicia de Dios por la fe en Jesucristo sólo tiene eso por testigo, y su testimonio sólo puede llegar hasta ahí, entonces ¿qué valor tiene su afirmación? [Congregación: "Nada en absoluto".] Simplemente nada en absoluto. Es una afirmación engañosa. Nunca puede darse cuenta de ello. Así que el Señor no nos ha dejado allí. Anoche encontramos en nuestra lección que cuando queremos saber que estas cosas son así, en nuestra experiencia no debemos mirar en nuestro interior para averiguar si es así, sino mirar lo que Dios dice para ver si es así. Cuando hemos encontrado a Jesucristo y lo tenemos entonces el Señor no quiere que miremos dentro para para ver si Él está allí. Nos ha proporcionado testigos, cuyo testimonio nos dirá todo el tiempo que Él está allí y éstos dirán a todos los demás que Él está allí. La justicia de Dios es ahora manifiesta que es por la fe de Jesucristo y cuando lo es, lo atestigua la ley."

"Entonces la ley es, primero, para llevarnos a Cristo y después de que nos ha llevado a Cristo y lo hemos encontrado Él, entonces da testimonio de que ese es justo el asunto. Primero, para dar el conocimiento del pecado y segundo para dar testimonio de la justicia de Dios que es por la fe. Bien, entonces cualquiera que use la ley de Dios para cualquier otro propósito diferente de estos dos propósitos en cualquier momento, ¿qué está haciendo con la ley de Dios? [Congregación: "Pervirtiéndola."] Está pervirtiendo todo el asunto. Lo está utilizando para fines que Dios nunca pretendió en absoluto. Así pues, aunque un hombre o un ángel usen la ley de Dios de cualquier otra manera o para cualquier otro fin que no sean esas dos cosas--un hombre puede usarla para ambas cosas, pero los ángeles pueden usarla para una--Él ha pervertido la ley de Dios."

"¿De dónde proviene nuestra justicia? [Congregación: "Dios."] "Su justicia procede de mí, dice el Señor." 2 Cor. 4:6. "Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, resplandeció en nuestros corazones para iluminarnos con el conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo." ¿Dónde encontramos el conocimiento de la gloria de Dios? [Congregación: "En el rostro de Jesucristo."] En el rostro de Jesucristo."

"Ahora 2 de Corintios 3:18. "Por tanto, nosotros todos, mirando con cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados en la misma imagen, de gloria en gloria, como por el Espíritu del Señor." Entonces, ¿qué es lo que vemos en el rostro de Jesucristo? [Congregación: "La gloria del Señor."] ¿Qué es la gloria del Señor? Hemos leído aquí, se nos ha dicho aquí, por el Espíritu de Dios, que el mensaje de la justificación de Dios que es por la fe de Jesucristo, ése es el principio de la gloria que ha de iluminar a toda la tierra. Entonces, ¿qué es la gloria de Dios? Su justicia; Su carácter. ¿Dónde la encontramos? En Jesucristo. Ahí está la gloria de Dios revelada en el rostro de Jesucristo."

"¿Acaso buscamos la justicia en la ley? [Congregación: "No."] Incluso después de haber sido llevados a Cristo, ¿buscamos allí la justicia? [Congregación: "No."] ¿Dónde buscamos la justicia? En el rostro de Jesucristo. Allí "nosotros todos, mirando con cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados en la misma imagen, de gloria en gloria," de justicia en justicia, de carácter en carácter, de bondad en bondad, como por el Espíritu del Señor."

"Entonces, ¿no ve cómo la justicia de Dios y el Espíritu Santo van de la mano? ¿No ve que cuando obtenemos la justificación que es por la fe de Jesucristo, la bendición de Abraham en verdad, que entonces el Espíritu Santo no puede ser mantenido alejado de nosotros? No se pueden separar. Pertenecen juntos. Entonces cuando tenemos eso y sabemos que lo tenemos por la fe en Su palabra, entonces Él dice que tenemos derecho a pedir el Espíritu Santo y a recibirlo también."

"Por qué, miren la cuestión. Gálatas 4:5: Vino "para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió el Espíritu de su Hijo a vuestros corazones." Él lo envía. Él no quiere detenerlo. Él lo envía al corazón. Es un regalo gratuito. Entonces digo, ¿no ve que es imposible mantener separadas la justicia de Dios y el Espíritu Santo? Así pues, "transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor" y cuando la imagen de Dios en Jesucristo se encuentra en nosotros, ¿entonces qué? Está la impresión, el sello de Dios. Usted lo ha escuchado en las otras lecciones. Cuando mirando el rostro de Jesucristo, y sólo allí, habiendo recibido la justicia de Dios que es por la fe en Él y mirando siempre Su glorioso rostro que refleja la gloria de Dios, el efecto de eso es cambiarnos a la misma imagen, perfeccionar la imagen de Dios, y restaurarla en nosotros, por la obra del Espíritu de Dios sobre el alma. Y cuando eso se hace, entonces el mismo Espíritu de Dios está allí para estampar el sello del Dios vivo, la huella eterna de Su propia imagen."

"Así pues, después de haber venido a Cristo, después de haberlo encontrado, entonces no buscamos la justicia en la ley. ¿Dónde buscamos? [Congregación: "En el rostro de Jesucristo".] En el rostro de Jesucristo, y mientras miramos allí ¿qué dice la ley? [Congregación: "Así es."] La ley atestigua, "Ese es el lugar para mirar [el rostro de Jesús]. Eso es lo que quiero que tenga. Eso es satisfactorio. Estamos perfectamente de acuerdo." ¿En qué parte del cielo miran los ángeles? ¿No miran la ley para ver si están en lo cierto o no? [Voz: "Contemplando siempre el rostro de nuestro Padre."] "Sus ángeles siempre contemplan el rostro de mi Padre que está en los cielos." Entonces, ¿de dónde procede la justicia de los ángeles? [Congregación: "Dios."] De Dios a través de Jesucristo, ¿no es así? ¿Y qué hace la ley en el trono de Dios, el fundamento de Su trono, ¿qué hace allí la copia original de Su ley? Cuando los ángeles miran el rostro de Aquel que está sentado en el trono, ¿qué hace la ley, que nunca fue tocada por el hombre, y nunca pudo serlo, ¿qué hace allí? Da testimonio de la justicia de Dios que obtienen sin la ley."

"Esta fue siempre la verdadera idea de los usos de la ley de Dios. Cuando el pueblo había pecado y hecho alguna cosa contra los mandamientos del Señor respecto a cosas que no se debían hacer y eran culpables, entonces debían traer el sacrificio con el que eran perdonados. Lev. 4. Y tanto entonces como ahora los mandamientos daban testimonio de la justicia que obtenían por la fe en Jesús. Y por eso el Tabernáculo fue llamado "El Tabernáculo de testimonio" Hechos 7:44 y Números 17:7, 8; 18:2. El tabernáculo del testimonio es lo mismo, porque el testimonio es la evidencia dada por un testigo. Así que el tabernáculo era el tabernáculo del testigo o testimonio, el arca era el arca del testimonio o testigo, porque contenía las tablas del testimonio. Las tablas de piedra, las tablas de la ley, eran las tablas del testimonio, porque eran la evidencia del testigo, que Dios designó para testificar de la justicia de Dios, que viene sin la ley, por la sola fe de Jesucristo. Entonces es eternamente cierto en todo el universo que "si la justicia viene por la ley, entonces Cristo murió en vano." Gálatas 2:21. Por siempre y en todas partes es verdad que "Su justicia es de mí, dice el Señor." Y la ley da testimonio de la justicia que todos obtienen de Dios sin la ley, por medio de Jesucristo."

"Bien, entonces podemos saber por nosotros mismos que es nuestra por las evidencias que Dios nos dio... y son eternamente firmes, y toda persona en este mundo puede saber que tenemos derecho a ella, por los testigos que Dios ha dado."

"Pues bien, esto es para capacitarnos para el sello de Dios, la justicia de Dios, a fin de que por medio de esto seamos transformados de gloria en gloria, en la misma imagen, y cuando esto se complete ¿qué entonces? ¿Qué atestigua eso? [Congregación: "El Sábado del Señor."] Dará testimonio de esa obra terminada hasta el final."

"Como nos dijo el profesor Prescott en su sermón, es la presencia de Cristo la que hace santo y santifica el lugar donde está. Y cuando la presencia de Cristo está allí en su plenitud, entonces ¿qué ocurre con ese lugar? Es santificado. ¿Cuál es la señal de la santificación? [Congregación: "El Sábado."] Y la santificación completa es la obra completa de Dios en el alma. Entonces, cuando la obra de Dios se haya completado en el alma, la ley de Dios dará testimonio de ella durante todo el camino. Pero, ¿cuál parte de la ley de Dios en especial es testigo de ese asunto en particular, de la completa santificación de Su pueblo? [Congregación: "El sábado del Señor."] Está allí como el testigo y como el testigo principal y los dos vienen juntos a testificar y el sello es colocado. Ese trabajo está terminado." [Fin de la cita de A. T. Jones]

NOTA del sitio web. Así que podemos ver que la ley de Dios en primera instancia señala el pecado, que luego nos envía a Jesucristo, porque la ley misma no puede limpiarnos del pecado y no podemos cumplir la ley perfectamente nosotros mismos. Entonces, cuando tenemos a Jesús y Su justicia, la ley se mantiene como un testigo de la justicia de Dios en nosotros por la fe. La ley permanece como un testigo de la vida y obra de Cristo en nosotros. No podemos obtener por nosotros mismos la perfección y la justicia que la ley exige. Así que si no tenemos a Cristo, los diez mandamientos de Dios se levantarán como 'testigos' contra nosotros, mostrando que no tenemos a Cristo. Pero si tenemos a Cristo, entonces la ley de Dios 'atestiguará' POR nosotros que tenemos el carácter justo de Cristo.

Esto demuestra que los diez mandamientos siguen estando vigentes y son necesarios hasta nuestros días. No para que obtengamos de ellos ninguna justicia, sino para permanecer como testigos ante todo el universo de que hemos sido hechos justos en Dios, a través de Cristo, por medio de la fe. En el juicio, se nos pregunta: "¿Qué derecho tiene al reino?" Y nosotros responderemos: "No tengo derecho por mí mismo, sino sólo por los méritos y la justicia de Cristo". Entonces se nos dice: "Tengo diez testigos aquí para testifiar."... Y estos diez testigos [los diez mandamientos] dirán a los que están en Cristo: "Sí, estamos satisfechos con él.". Y así dan testimonio a todo el universo de la justicia de Dios en Su pueblo por medio de Cristo.

¿Qué dirán estos "testigos" [diez mandamientos] a los que voluntariamente ignoran el séptimo día (sábado) del cuarto mandamiento? Serán testigos de que aquellos que profesan ser cristianos y piensan que pueden cumplir la ley de Dios A SU PROPIA MANERA NO están mirando a Cristo, sino que se están mirándo a SI MISMOS. Entonces estos diez testigos mostrarán que aquellos cristianos profesos no tienen la justicia de Cristo - ellos no tendrán esa 'vestidura' y serán echados a las 'tinieblas de afuera'. ¡Este es el juicio investigador que se está llevando a cabo ahora mismo! ¿TIENE A CRISTO? ¿QUÉ DIRÁN LOS 'TESTIGOS'? ¡Jesús no obra ni obrará contrariamente a Su propia ley!

Así que los que dicen que los diez mandamientos ya no se necesitan, cometen una injusticia contra Dios y Su gobierno. Y aquellos que dicen que los mandamientos son necesarios pero pueden guardarlos de la manera que NOSOTROS elijamos, esa misma ley será 'testigo' de que NO están mirando a Cristo, sino a SI MISMOS. Así que tengamos mucho cuidado en cómo usamos los diez mandamientos. En primer lugar, señalan nuestro pecado y nos dirigen a Jesús para el remedio de ese pecado. Entonces se erigen como testigos del hecho de que hemos sido hechos justos en Cristo por medio de la fe y de que tenemos la vida y la justicia de Cristo en nosotros. ¡Alabado sea Dios!

Apocalipsis 14:12 ...'Aquí está la paciencia de los santos: aquí están los que guardan los mandamientos de Dios, y LA FE DE JESÚS.'